El rincón de Yules

Ni un paso atrás... ¡¡¡ Democracia Nacional !!!

UN DÍA EN LA SEGURIDAD SOCIAL



¡Hola de nuevo! Como ya sabéis los que me conocéis, tengo que pagar mi seguro de autónomo religiosamente, todos los meses, como todo hijo de vecino. Pero un buen día observo que me han pasado justamente el doble, de pago de autónomo. Así mismo, como cualquier hijo de vecino, me desplazo a la sede de la Tesorería de la Seguridad Social, que me pertenece. Al llegar allí, me sorprende que sólo pudiera identificar a dos señoras españolas (hablando), y un solo hombre español (por la cara de estupefacción que tenía). Toda la demás gente (alrededor de unas 20 personas o más) son extranjeros. Colapsando todos los asientos, pude contar unos quince rumanos y rumanas, y aunque no hablaron en español en todo el tiempo, pude entender el motivo que les hacía estar en la estancia. Todos y cada uno de ellos querían arreglar el asunto de la tarjeta sanitaria, entre otros derechos que les exigían a los funcionarios de la SS. 


En una mesa cercana, estaban sentados y escribiendo, unas cinco personas de origen sudamericano, todos rellenando sus peticiones de asistencia y derechos a los extranjeros en España. Casualmente, mientras escribían, les escuché como se contaban a modo de broma, cuánto dinero habían mandado para sus países estos últimos meses, también se contaban, como no habían arreglado su situación con anterioridad, por miedo a ser descubiertos y tener que pagar impuestos en España, aunque decían que sus países les cobraba por mandar dinero (divisas) a sus familias. Aun así se burlaban de los españoles llamándonos tontos. 


 Tanta estupidez por parte del Gobierno español, empezó a marearme y mientras buscaba una silla donde reposar por unos momentos, me preguntaba ¿Y los moros por qué no están aquí? Dicho y hecho, miré hacia la puerta y vi como dos hombres de origen magrebí que accedían a las instalaciones, los dos con paso firme, semblante serio y cara de asco, conocedores de que en este traicionado país, se les atenderán sus exigencias, al igual que el esclavo atiende a su amo. 


Bueno, pues de buenas a primeras ¡¡Zas!! Se estropea la pizarra electrónica y se me salta el número de orden, a mí y a una de las señoras que estábamos esperando el turno. La buena señora empezó a quejarse del tiempo que estábamos esperando y de que no entendía nada de lo que hablaban los demás habitantes de la estancia. Y aunque consiguió ser atendida antes que yo, no paró de criticar a tanta inmigración en España, decía ¿Pero qué hacéis ustedes con tanto cartel de RIP. FUNCIONARIOS y atendiendo a tanto extranjero que están arruinando a España? ¿Qué creíais, que esto nunca se acabaría? Y ahora os quejáis, pues lo tenéis merecido, por ignorantes. Entonces un funcionario, que parecía un jefe de sección, o algo parecido, le llamó la atención: -Señora, nosotros no tenemos la culpa de lo que está pasando. Exclamó. A lo que la buena señora le contestó: ¿Es que ya no se acuerda cuando este funcionario me llamó racista? Señalando a un funcionario, cuya mesa estaba repleta de simbología anarquista. –Mirad que calladito está hoy… Terminó diciendo. Y sentándose en la mesa, para ser atendida, llegó el silencio, aunque la mayoría de las cabezas de los funcionarios asentían dándole la razón a la señora. 

Y mientras me recuperaba del vahído, pensé: Menos mal que no hay ningún negro aquí, porque si no… esta mujer es capaz de cargar contra él… Y girando mi cuello hacia la puerta… aparecen dos, los más negros que he visto en mi vida, muy largos y negros. Y no es que tenga nada en contra de los negros, aunque se me venga a la memoria el senegalés que hace poco mató a su mujer (española), cortándole el cuello. Es que es con todos los que estaban allí, los sudamericanos, los rumanos, los moros y para terminar los negros. Españoles tres, conmigo cuatro. 


Y es lo que me hace pensar ¿En esto se ha convertido España? Hasta hace muy poco la séptima potencia mundial, ahora en el culo del mundo, porque los cuatro españoles que estábamos allí, lo que estábamos haciendo es reclamar que nos había cobrado el DOBLE, de lo que tenemos que pagar; sin embargo, todos los demás estaban allí para pedir sus derechos… ¿A costa de quién? ¡¡Muy bien, ya lo has adivinado!! Pues a día de hoy, una semana después, todavía no tengo explicación ninguna de el por qué me han cobrado el doble, y eso que se quedó con la información de mi problema la directora de la oficina… 

Si eres español y temes perder tus derechos adquiridos por el esfuerzo de tus padres y abuelos, que te preocupa que los pierdan tus hijos y nietos, interésate por Democracia Nacional. Cada vez queda menos tiempo… 

 LOS ESPAÑOLES PRIMERO

¡¡¡HERMANOS... ADELANTE POR ESPAÑA!!!